Noche en un bar
“Codename: la historia de ella, la pequeña elfa”
La llegada al bar no importa, además no me la pidieron, su ubicación es confidencial aunque en realidad llegué allí ese día por un valiosísimo dato de inteligencia que en mi opinión ha sido el mejor que me han dado en el último año. Una vez adentro el nerviosismo y al adrenalina hicieron que no me fijara mucho en la estética del lugar como tal (algo muy poco conveniente para la tarea) aunque me fijé bastante bien y tomé detalladas notas mentales de la ubicación de los lugares, en este tipo de emboscada encubierta lo más importante es hacer sentir cómodo y tranquilo al enemigo, sabía la distancia hasta el baño, el balcón, el lobby, la barra, los lugares idóneos para contestar llamadas, etc. De antemano ya había estudiado las dinámicas sociales del circulo en cuestión en el que se llevaría a cabo la batalla, sabía con quienes iba a estar ella y las razones que la habían llevado a salir ese viernes, como de costumbre seleccioné cuidadosamente mi uniforme y los elementos de mi camuflaje social, ése no era precisamente mi ambiente favorito pero solo un par de detalles hacen la diferencia para no llamar mucho la atención y al mismo tiempo ser lo suficientemente original como para cautivar solo la de ella. Aunque no muy faracho pero tampoco muy oscuro (como es lo habitual) decidí ir de negro, en realidad no tengo ropa de muchos colores, el negro me cae bien y ayuda a cubrir mis fechorías. Llegamos temprano, mi oficial de inteligencia: Ana, una estudiante de negocios internacionales hermosa, de padre croata y madre colombiana le dan una belleza extraña poco común, su cara simétrica y pulida en armonía perfecta con su cuerpo de colombiana delgada pero sexy; Alexa, una mercenaria de apoyo y encargada de interrogatorios; Camilo, apoyo táctico y carne de cañón, en realidad él no importa mucho. Y por último yo, el tirador, estratega y comandante; el que va a morir en batalla, el que saca el culo, el que muere. La pieza clave de todo es Ana quien además es la encargada de la infiltración, exploración y contacto de primera línea con la chica en cuestión, mejor llamada Objetivo Militar* (Dícese de una chica a la que le estoy hechando los perros oficial o extraoficialmente, también conocidas como las niñas que me gustan) en este caso era: Sara Marulanda, una rubia natural divina del tipo sútil y delicado de belleza (no una mona bruta y desproporcionada que son tan comunes por aquí) delgada, un poco pálida, casi una elfa del señor de los anillos. Cara simétrica, pulida, a veces insípida y medio plana, pero en el radar de mi corazón es una semidiosa.
Llegamos temprano y había poca gente, Ana no perdió tiempo y saludó a su informante, un tipo tonto que se cree importante y que me mira con recelo porque vengo con ella de la mano (este detalle es pieza clave del plan). El hombre es típico bobo superficial que estudia en la Medellín porque no pasó a ninguna otra, se le nota algo de dinero y cree que es la mejor arma para atraer niñas lindas, es creído y se cree bonito. Pobre imbécil. En fin, él era nuestro hombre importante y debíamos cuidarlo bastante para cuando el momento del ataque. Él y su manada de HOMBRES! (jajajajaa) tenían su territorio en un rincón del bar, en total eran 7 y una niña insignificante. El primer tema a colación fue Sara, MI Sara mía de yo, que yo no conocía pero por cuestiones de motivación esa noche me pertenecía. Hablaron de que estaba aburrida por problemas familiares que no sabían si iba a venir, pero en sus caras de machos alfa luchando por poder se notaba que todos la esperaban con sus armas cargadas y sin seguro por su llegada. Serían fácilmente eliminables, son de los que le disparan a un muro de titanio para que la bala rebote y les vuele la cabeza. La diferencia era que mi arma tenía silenciador, seguro y mis años de entrenamiento me daban seguridad y disciplina.
La rumba ya comenzaba, la primera ronda de cervezas llegó y nos alejamos como para no mostrar mucho interés y preparar el plan: Ana solo la había visto en un par de clases y nunca le había hablado por eso de que en una colonia no puede haber dos reinas hermosas* (la densidad poblacional de niñas linda es de una por cada 30) . Dejé ordenes explícitas de que pidiéramos diferentes licores así como una Redd's extra en cada ronda hasta cuando ella llegara. Nadie entendía pero en mi escuadrón todos obedecen, más adelante entenderán, aunque creo que es obvio.
Una hora de espera permitieron mimetizarme con el ambiente y entablar algunas relaciones estratégicas con la gente de la manada enemiga a quienes les iba a quitar su reina un rato más tarde, la fachada de Ana y yo como pareja funcionó perfectamente para marcar territorios y demostrar quien mandaba esa noche, aunque con respeto táctico y cautela con mis 7 oponentes. Revisé el lugar una última vez y reflexioné un poco sobre lo que vendría, miré la interacción de los grupos, las parejas, los meseros, tomé un respiro y otra cerveza mientras despreciaba a esos patéticos humanos buscando embriagar a sus compañeras en busca de sexo fácil. "Todo es cuestión de disciplina y estrategia" me repito a mi mismo siempre que estoy de servicio, "eso del amor es puta mierda, la construcción de mentiras y el espionaje son lo mío" Mucho más sutil y delicado es el arte de hacer que ellas se interesen en mi sin importar lo feo que sea, enviándoles información entrecortada pero interesante: En el mundo militar esto se llama contrainteligencia.
Cuando dieron el aviso de que ella ya venía ultimé detalles, teníamos que emboscarla a la entrada y cortar el hielo antes de que la manada la rodeara y formaran con ella una defensa erizo tan famosa en al segunda guerra mundial.
¡El plan!
Alexa, Ana y yo con los ojos puestos en el macho alfa.
Al sonar su celular saldríamos a la puerta rápidamente para interceptar a Sara y aprovecharnos de su desubicación.
Ana cortaría el hielo con algo como: "vos sos la amiguita de Andrés. ¿Cierto?", Alexa entretendría al macho y yo parecería un escolta desinteresado y con mis ojos en Ana.
Ana iría al baño y me enviaría a llevar a Sara con la manada después de habernos presentado "Decile a Juanes que te lleve porque uno aquí necesita escolta y él es el mejor" "Llévala de la manito que si se te pierde te mato" Una apelación a la ternura de mi oficial favorita.
Pareciendo desinteresado entre la gente le tomaría la mano para guiarla con eficiencia, no le hablaría para no mostrar el hambre y cumpliría la supuesta misión de Ana. Luego vendría el periodo de inteligencia y referencia, después de saludarlos a todos era obvio que el acoso de machos alfa en busca del imaginario de baile, licor y sexo la agobiarían de tal modo que buscaría a una mujer para hablar de cosas de niñas y sentirse tranquila y protegida. Aquí es donde entraría Alexa, ella es la propia, por eso es mi agente de interrogatorios. He aquí la etapa más importante para hacerla confiar en nosotros, la encargada, Alexa, le preguntaría cosas de niñas y atraería su atención hacia nuestra mesa, un poco lejos de la manada. En este punto yo me retiro y le dejo el trabajo meticulosamente diseñado a mis guerreras, Alexa saca información y Ana se hace amiga mientras yo tomo cerveza y converso desinteresado con Camilo quien se estaba aburriendo un poco, le prometo recompensa de tener a Ana y Alexa para él dentro de un rato cuando "Sara me pida que la acompañe a hacer una llamada" alardearía un poco.
10 minutos después siguiendo el plan, Ana se retiraría al baño con Alexa y le pedirían a Sara que las acompañara, aquí sería mi entrada en combate.
Fin del plan
Hasta este punto iba mi plan, mi cabeza no daba más abasto dimensionando las posibilidades de error, los cambios imprevistos y el diseño del plan B en caso de...*ponga aquí su inconveniente*
El celular de Andrés (el tonto) sonó, él se levantó, gritó unas cosas y colgó. El plan se puso en marcha y funcionó perfectamente, al pie de la letra en cada detalle, lo único diferente fue que al presentarme a Sara su rostro me permitió soltar otro dato de contrainteligencia para que se interesara en mi: "¿Te conozco de algún lado, sos de la U?" Cuando ella iba a responder me giré, y la tomé de la mano, no dejé que respondiera y tomé rumbo hacia la manada (la idea es que a ella le quede sonando aunque no sea verdad y más adelante en la noche me tenga que hablar) el plan funcionó 100% así que vuelvo al lugar donde me había quedado.
...10 minutos después siguiendo el plan, Ana se retiraría al baño con Alexa y le pedirían a Sara que las acompañara, aquí sería mi entrada en combate. Ellas se fueron y yo miré "preocupado" las seguí escondiéndome entre la gente, la sorpresa era vital y el aprovechamiento de cualquier cosa mi objetivo. Ella iba de ultima en la línea, llegaron a las escaleras atestadas de gente y ante la dificultad de pasar yo ataqué, la tomé del brazo (suave y muy liso)
¿Qué pasó? - Pregunté
Nada, solo vamos al baño - Respondió
Me asustaron, creí que les había pasado algo
Como llegaste tan rápido? yo ni te vi
Para eso me pagan, para cuidarlas...
(ella me miró a los ojos y volteó la mirada al ver mi seriedad)
...en serio?
jaja no, es jodiendo pero las tengo que cuidar, en esa mesa donde vos estás hay mucho macho desesperado y solitario, yo no sé vos como hacés para aguantarte eso
Se me fueron las niñas, subamos
Me giré y al ver la gente estorbando le tomé la mano y le puse en mi cintura esperando lo obvio, el tumulto iba a hacer que ella me abrazara por la espalda y que le diera pena, si fuese al revés yo hubiera quedado como un acosador. Pero así fue, terminamos de subir las escaleras y yo era todo suyo, su escudo humano y su salvador desinteresado.
Modalidad: Aburrido
Como ella no necesitaba ir al baño nos quedamos afuera esperandolas, aunque yo estaba fascinado por la hermosura de esta pequeña elfa puse cara de aburrido para obligarla a hablarme, así fue.
¿Estás aburrido?
Sí, ustedes nos dejaron solos a Camilo y a mi, estoy que me meto un tiro
Si querés vamos para allá un ratico
Desinteresado respondí:
mmm dale y así te cuidamos de los acosadores ¿Te gusta la Redd's? es que me equivoqué y pedí una de más que me está sobrando... si querés nos tomamos una cerveza un shot y me contás por qué estás tan aburrida.
Se nota mucho?
Demasiado, pero dale, no me cuentes, que pena yo tan metido... mejor contarle a Ana que yo sé que ella te va a cuidar.
Pero en serio se nota mucho, que pena...
No es que se note mucho pero mi mamá es psicóloga y me enseñó a analizar gente (jajajaajaja lo peor es que se la creyó) solo hay que saber donde y cómo mirar.
Fuimos a la mesa y bebimos, yo siempre pareciendo desinteresado pero comprensivo con su situación. A eso de la 1am ya éramos los mejores "amigos" del mundo, cuando ella lloró yo me hice el tímido idiota que no está acostumbrado, ella me vio y me abrazó apenada. A partir de ese momento el mundo desapareció, la otra manada miraba atónita como en mi mesa ahora estaban las 3 niñas más lindas y en la de ellos solo una con su novio. Después de esto se pone en marcha la modalidad "Caballero" y la que yo llamo "Príncipe Azul Mercenario" mi favorita, es aquella en la que digo que el mundo es una mierda, las personas son una porquería y yo no tengo amigos porque me apego demasiado a las personas y siempre me hacen sufrir, este claroscuro moral las mata y las hace caer y confiar aún más... por un lado soy agresivo, serio y calculador pero por el otro una bolita de ternura (jajaja espléndido) se rompen aquí todos los hielos y viene la etapa de "confesiones sutiles" en pro de afianzar un intercambio de gérmenes. Ya entrada la noche y los temas, dejo de mirarla... pocas cosas a los ojos y bajo la mirada cuando lo hago, me esfuerzo para que se note un cambio en la forma en que la miro y le hablo. Me le acerco para decirle algo al oído pero no digo nada, me quedó callado, le acaricio suavemente el cuello con una mano y con al otra el abdomen me paro y me voy sin decir nada... como enojado. Busco un lugar oscuro o donde se pueda respirar mejor, dejo que ella me vea. Casi siempre me siguen, Sara lo hizo, salimos al balcón donde había un par de niñas hablando por celular. Sonaba una canción de restregón llamada "Mala conducta de Alexis&Fido" Ella salió y me preguntó que había pasado y yo un poco triste y serio me hice el difícil y no quise responder (contrainteligencia)... después de un rato y tal vez por una asquerosa y descaradamente cruel coincidencia sonó otra canción llamada "La La La La" que en resumen dice que me muero de ganas por comérmela y que no sé como acercármele (en realidad sí sabia) por fin le dije que me había entrado un impulso instintivo por besarla y por eso me había salido, que me había dado pena pensar en eso después de haber criticado a los otros tipos superficiales que solo querían sexo (Príncipe mercenario) . Ella se paró mirando a la calle recostada a en baranda y yo miraba hacia adentro, le pedí perdón, tomé impulso para irme y le besé la mejilla, ella me agarró y nos besamos, primero rápido por el golpe y después despacio como apenados por ser ambos tan fáciles, tan grilla ella y tan grillo yo, tan sucios, como culpándonos de habernos conocido pero dándole gracias al demonio del destino por haber cumplido mi sueño y haberle dado a ella un tonto a quien besar para distraerse. La canción todavía sonaba y afuera llovía mientras la operación más exitosa de mi prontuario militar finalizaba.
Después de ese día solo la he visto una vez en la U y me ignoró... tal vez el personaje que construí es tan diferente a mi que ella es incapaz de reconocerme o simplemente su desespero la mortifican y la alejan de mi. Igual, no era nada importante, solo un objetivo militar más en la guerra de este extraño servidor con un mundo que está empezando a pensar que no existe... al menos queda la satisfacción agridulce de que mi sistema de metáforas militares extrañas funciona de vez en cuando y cuando lo hace YO CONTROLO TODO A MI ANTOJO como el día en que monté una operación para acercarme a Sara Marulanda y terminé besándola en el balcón de un bar. Espero que sea suficiente.
Juan Esteban Martínez Q